¿Mi cuerpo es como yo lo veo? Esta pregunta se la hacen millones de personas a lo largo y ancho del planeta. Nos preguntamos si ese defecto, que para nosotros es el punto focal de nuestro cuerpo, las personas lo perciben de la misma manera. Hablemos de dismorfia corporal.
La percepción de las personas es realmente importante para nosotros, debido a que somos seres sociales, sabemos que nos observan, que piensan algo al respecto, y por regla general, nos gusta que nos admiren y nos halaguen.
Aunque pareciera que para los seres humanos las palabras de afirmación y reconocimiento vienen y van, cuando nos critican o destacan algo que, a nuestra percepción, es negativo queda en nuestra mente por mucho más tiempo, pudiendo provocar que comencemos a ver nuestro cuerpo o alguna parte específica de él, de una manera distorsionada.
A este fenómeno se le reconoce como Dismorfia Corporal, término muy común en la actualidad. Es usado para referirse a la percepción errada, distorsionada o exagerada de alguna parte de nuestro cuerpo. La cual es considerada como un defecto para nosotros mismos o para los cánones de belleza establecidos por la sociedad y la cultura donde nos encontremos.
Trastorno Dismórfico Corporal: Un Vistazo Profundo
El Trastorno Dismórfico Corporal está estrechamente asociado con los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), pero sus repercusiones van mucho más allá. Esta condición puede tener serias repercusiones en la salud mental de la persona que la padece, afectando desde la autoestima hasta provocar pensamientos y deseos suicidas. Además, se ha observado que está relacionado con otras patologías como el Trastorno Obsesivo Compulsivo, consultas dermatológicas y cirugías plásticas.
Este trastorno suele manifestarse en la adolescencia, a menudo con cambios de comportamiento abruptos o paulatinos. Comúnmente se asocia con el tipo de refuerzo que se obtenga en la infancia sobre el aspecto físico, así como otros factores, como abuso sexual, patrones alimenticios en la infancia, percepción de los padres sobre su cuerpo, humillación o burlas sobre la figura corporal, entre otros.

Síntomas y Comportamientos
Entre los síntomas más comunes de la Dismorfia Corporal se encuentra la tendencia a tener conductas compulsivas de reaseguramiento ante el espejo o superficies reflejantes. Por otro lado, algunas personas con este trastorno pueden evitar completamente mirarse en el espejo. Además, pueden recurrir a cambios en el aspecto corporal mediante la inversión en tratamientos especiales, como aquellos destinados a la pérdida o ganancia de peso, rutinas de aseo exhaustivas o la adquisición de espejos de aumento, todo con el fin de modificar su percepción corporal.
Las Consecuencias de la Dismorfia Corporal
La Dismorfia Corporal puede llevar a consecuencias graves en la vida cotidiana. Las personas afectadas pueden experimentar aislamiento social, utilizar ropa que camufla sus imperfecciones, y en casos extremos, pueden llegar al abandono de actividades laborales o académicas. Esto puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
Busca Ayuda: No Estás Solo
Es crucial comprender que no es necesario tener un Trastorno de la Conducta Alimentaria para sufrir de Dismorfia Corporal. Si sientes que tienes defectos que para ti se ven más grandes de lo que son, no dudes en buscar ayuda terapéutica antes de que estas percepciones erróneas te lleven al aislamiento o a la disminución significativa de tu autoestima. Un terapeuta puede orientarte de manera efectiva en el tratamiento y la reestructuración de distorsiones acerca de tu cuerpo.
En resumen, la Dismorfia Corporal es un trastorno grave que puede afectar profundamente la vida de quienes lo padecen. Reconocer los síntomas, buscar ayuda y recibir tratamiento es fundamental para superar esta condición y recuperar una percepción más saludable de uno mismo. No estás solo en esta lucha, y la recuperación es posible.