Los seres humanos hemos tratado a lo largo de la historia de definir qué es el Amor, de catalogarlo en un concepto que sea medible y entendible para todos. Sin embargo, no nos hemos puesto de acuerdo en definirlo, puede ser un concepto relativo y subjetivo de la persona que lo siente o un estado de armonía con el ser amado. El amor es una adicción.
Lo que sí se ha logrado determinar es qué pasa en nuestro cerebro cuando sentimos eso llamado amor. Y, para sorpresa de muchos, es algo muy similar a lo que sucede cuando estamos consumiendo alguna sustancia adictiva como el alcohol o el tabaco. Podríamos decir que el amor es una adicción.
Esto tiene sentido cuando explicamos por qué es tan doloroso y difícil el afrontamiento de un rompimiento amoroso y por qué a veces sentimos la necesidad de que la persona amada esté con nosotros en un contacto frecuente y cercano.
¿Cómo funciona el amor en nuestro cerebro?
Recordemos que nuestro cerebro funciona en buena parte por sustancias químicas que se segregan para poder enviar señales al resto de nuestro cuerpo y así podernos sentir de determinada manera. Son tres las sustancias que participan en el enamoramiento: dopamina, serotonina y oxitocina.
La dopamina se encarga de que tengamos emociones agradables asociadas al estado de enamoramiento en que nos encontramos. Se relaciona con el deseo sexual y la motivación de entablar un acercamiento con la persona que nos parece atractiva. Esta sustancia nos hace sentir atracción, principalmente sexual, con la otra persona.
La serotonina es la encargada de hacer que de cierto modo desarrollemos apegos e incluso una “obsesión”, debido a que cuando los niveles de serotonina bajan y nos alejamos del ser amado, vamos a sentir que lo necesitamos más que antes.
Por último, la oxitocina es la encargada de desarrollar en nosotros sentimientos de vínculos afectivos y conexión. Todos estos neurotransmisores hacen que pasemos por diferentes etapas del enamoramiento como el amor romántico y el amor a largo plazo. El amor es una adicción.
¿Por qué nos enamoramos?
El enamoramiento puede ser una respuesta biológica y neuronal ante un estímulo, en este caso la persona que nos gusta. En este proceso intervienen tres sistemas que nos hacen sentir amor:
- Deseo sexual: en la mayoría de casos es la primera sensación en la que se involucran procesamientos cerebrales y hormonales cuando iniciamos la interacción con una potencial pareja. Se traduce en el deseo de tener relaciones sexuales con la persona que nos atrae.
- Atracción: Es la etapa en donde empezamos a entablar una relación, en donde reconocemos todas las cualidades de la otra persona y empezamos a conocer más a fondo las dinámicas y límites de cada uno. En esta etapa importa más que el deseo sexual la interacción y la afinidad que se tiene.
- Apego: Este concepto está ligado a la crianza y a cómo nos relacionamos de manera segura con nuestros padres. Sin embargo, en las relaciones es un concepto que también se ve, está dirigido a la manera en cómo desarrollamos un grado de afectividad y dependencia.
En conclusión, el amor es un concepto que nos lleva a diferentes sensaciones neurobiológicas. Es importante resaltar que no es solo un proceso cerebral, sino que también influyen factores psicosociales como la cultura, la crianza y, aún más importante, el concepto que tenemos del amor, las relaciones y todo lo que esto conlleva.
Es necesario siempre resaltar que, si algo relacionado con la vivencia del amor te hace sentir algún tipo de malestar a nivel emocional o no sabes cómo manejar algunas situaciones relacionadas vale la pena acudir a asesoría psicológica para obtener una guía precisa y profesional sobre lo que te causa malestar y cómo manejarlo.