Cuando hablamos de violencia hacemos referencia a diferentes tipos de maltrato, entre ellos el físico, sexual, económico, psicológico, entre otros. Todos estos actos se ejecutan en una serie de fases que llamamos ciclo de violencia.
Actualmente se han logrado identificar muchas categorías o actos transgresores. En contextos de pareja, se ejerce por parte de un agresor contra su víctima para garantizar que se mantenga en una misma posición de vulnerabilidad y sumisión.
¿Qué es la violencia?
Se considera que en cualquier relación social donde se evidencie una jerarquía de poder es susceptible de aparecer violencia. El término violencia puede ser descrito como el uso intencional de fuerza o poder sobre un determinado ser, para obtener un fin específico que beneficia solo al agresor.
Este rango de poder puede ser otorgado por la situación social y cultural, por ejemplo, un jefe y su subalterno, o entre policías y civiles. Pero convenientemente lo puede ejercer un individuo hacia otro mediante técnicas de control y manipulación.
La jerarquía generada entre dos personas o grupos produce que uno quede en una situación de dominancia y el otro de sumisión. Un ejemplo es la violencia de género, donde se establece una situación de poder mediante hechos de coerción, intimidación o manipulación del hombre hacia la mujer, haciendo creer a la víctima que estos actos son comunes en las relaciones.
¿Cómo identificar cuándo empieza el ciclo de violencia?
El ciclo de violencia lo componen una serie de fases, que involucran a su vez diferentes tipos de violencia:
- La fase número uno está compuesta por la incertidumbre, el detonante y los actos de tensión:
Inicialmente la víctima siente miedo de ser abandonada debido a las amenazas del victimario (Incertidumbre).
Algunos actos que ejecuta la víctima como consecuencia de la incertidumbre como ansiedad, nerviosismo, defensividad, entre otras, se convierten en Detonantes y a su vez en justificación de la violencia del agresor. Sin embargo, son solo una excusa del victimario para continuar con el ciclo trasladando la culpa a la víctima.
Progresivamente se van instaurando otros tipos de violencia como la psicológica o la económica, que son los actos de tensión que preceden la violencia física o sexual. Estos actos generan gran dolor emocional en la víctima pues el agresor se favorece del conocimiento que tiene de la víctima.
- La segunda fase acarrea el desencadenamiento de la violencia visible, es decir, el acto concreto y directo que ejerce el agresor sobre la víctima.
A su vez llega la etapa de defensa y/o autoprotección en la cual la víctima se defiende con otro método de violencia o estrategias infructuosas para protegerse de los actos del agresor.
- Finalmente, en la tercera fase se evidencia la reconciliación. En esta última fase el victimario realiza promesas de cambio hacia la víctima y muestra un aparente arrepentimiento. Por otro lado, la víctima genera esperanzas en el cambio de su pareja.
Después de esta fase se rompe el ciclo, hasta que exista otro evento detonante.
¿Qué puedo hacer si soy víctima del ciclo de violencia?
Inicialmente es importante entender que estamos dentro de ese ciclo y que cualquier acto de violencia que sea permitido por la víctima se seguirá repitiendo. Por lo tanto, es importante identificar qué clases de violencia se están ejerciendo sobre mí, si identifico un patrón similar en mi relación o si definitivamente estas fases se repiten cada vez con mayor intensidad.
Si eres mujer y al indagar te percatas que estás siendo víctima de alguna clase de violencia, es importante acudir a las autoridades o líneas de apoyo y orientación como la Línea Púrpura en Bogotá. Igualmente es fundamental acudir a psicoterapia, con el fin de tratar las secuelas de la violencia y la resignificación de estos actos.