Es necesario establecer límites con las personas que componen nuestro mundo y esto incluye a los amigos. Los límites son fundamentales para poder establecer relaciones sanas y duraderas en el tiempo y tener una salud mental óptima.
Lo interesante de los límites es que muy pocas personas saben poner estas barreras, debido a que nunca nos enseñaron a hacerlo de pequeños. Recuerda cuando eras pequeño y tu madre te decía que debías comer todo lo que hubiera en el plato o qué tenías que saludar de beso a toda la familia, así no quisieras. Así, aprendimos que los límites causan incomodidad en nosotros o en los otros y que no es fácil aceptarlos.
¿Qué son los límites?
Los límites son fronteras o líneas que no se deben pasar. Tener límites personales favorece nuestra integridad emocional y nos permite cuidar de nosotros. Estas barreras favorecen nuestra autoestima debido a que reconocemos lo que queremos y lo que no. Nos permite saber qué es lo que toleramos o no de las personas que están a nuestro alrededor.
¿Cómo puedo establecer límites con mis amigos?
Nuestros amigos son las personas que elegimos para disfrutar diferentes áreas de nuestra vida y en ocasiones no sabemos cómo establecer los límites con ellos debido al miedo a perderlos o a la invalidación de lo que espero en una amistad.
El primer paso es trabajar en nuestro autoconocimiento. Debemos conocernos a nosotros mismos para saber cuáles son esos límites que la persona no puede pasar y desde dónde comienza dicho límite. Con esto nos referimos a que debemos conocer qué es lo que se ve vulnerado cuando mi límite se ve traspasado.
El segundo paso es manifestar a las personas, en este caso a mis amigos, cuáles son mis límites y en qué momento se ven vulnerados. Un ejemplo de esto puede ser el límite del contacto físico, este empezaría para mí desde que me tocan la mano o el brazo. Es necesario manifestarlo clara y concretamente para no dar espacio a suposiciones de nuestro interlocutor.
El tercer paso se da cuando la persona traspasa mi límite por primera vez. En este momento debemos recordarle cual es el límite, en qué momento se vio traspasado y qué pasará si vuelve a ser vulnerado. Esto no se trata de amenazar a tus amigos, se trata de poner consecuencias claras para no permitir que esta barrera se pase de nuevo.
El último paso ocurre cuando se traspasa el límite una vez más. Es ahí donde se establece la consecuencia que establecimos en el paso anterior. Esta consecuencia debe ser clara y cumplible para quien pone el límite. Es muy importante que sea puesta en el momento que se pasa el límite, es decir, de manera inmediata.
¿Y si mis amigos no respetan mis límites?
Una de las razones por las que no se ponen límites es el miedo a la pérdida o molestia de nuestros amigos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si estas personas que consideramos valiosas están sobrepasando mis límites, probablemente no es una relación sana y respetuosa.
Recuerda, si se te dificulta poner límites o establecerlos puedes buscar ayuda con asesoría psicológica, esto te facilitará tu autoconocimiento y comunicación asertiva.