En la actualidad, la crianza de los hijos se ha convertido en un tema de debate constante. Los estilos de crianza modernos han evolucionado, y la antigua noción de “autoridad” parental ha perdido terreno. Sin embargo, ¿es realmente un problema no ejercer autoridad sobre los niños? La respuesta, según el enfoque de la Crianza Positiva o Crianza Respetuosa, es un rotundo no; más bien, se considera un beneficio.
La Crianza Positiva o Crianza Respetuosa es un concepto relativamente nuevo que se basa en la premisa de que los niños y niñas son sujetos de derecho y, por lo tanto, merecen respeto y un trato digno. Esto no implica que no deban establecerse reglas y límites en sus vidas; al contrario, se aboga por la definición de límites realistas y lógicos, teniendo en cuenta las diferentes etapas de su desarrollo. En este enfoque, los niños tienen voz y voto, y sus emociones son tenidas en cuenta.
Pero, ¿no conducirá esto a malcriar a los niños?
No necesariamente. Es importante comprender que no existe una crianza perfecta, ni un manual infalible para ser padres. Sin embargo, contamos con evidencia científica que demuestra las desventajas y los problemas de salud mental asociados con una crianza autoritaria. Este estilo de crianza puede generar desde problemas de autoestima y autoconfianza hasta la replicación de patrones de violencia en las relaciones con parejas e hijos.
Para implementar la Crianza Positiva, es fundamental que los padres reconozcan, expresen e identifiquen sus propias emociones de manera asertiva. Esto es relevante por dos razones:
Primero, ayuda a los padres a regular las emociones de sus hijos al interactuar de manera asertiva con ellos, especialmente cuando los niños se encuentran en medio de un episodio de desregulación emocional, como una rabieta. En lugar de recurrir a un enfoque autoritario, los padres pueden guiar a sus hijos a través de sus emociones, fomentando así una comprensión más profunda y una resolución efectiva de conflictos.
Segundo, los padres también modelan el uso adecuado de las emociones. Los niños aprenden observando a sus padres y estas lecciones influyen en su desarrollo a lo largo de toda su vida. Si los padres pueden comunicarse de manera respetuosa y asertiva, están proporcionando a sus hijos una valiosa lección sobre cómo manejar las emociones de manera saludable.
En conclusión, la Crianza Positiva es un nuevo paradigma de la educación que invita a los padres a actuar con respeto y entendimiento hacia sus hijos, sin descuidar la importancia de la disciplina y las reglas. El objetivo es generar niños más seguros, más asertivos y con relaciones interpersonales más sanas.
¿Cómo favorece la crianza respetuosa la salud mental de los niños?
La Crianza Positiva o Crianza Respetuosa tiene como resultado niños que saben cuales son sus derechos y los de las otras personas. Gracias a la Parentalidad Positiva, los hijos reconocen sus límites y pueden establecerlos de manera asertiva con ellos mismos y con otras personas de su entorno.
Es importante destacar que esto no significa que los niños se conviertan en seres perfectos. A veces, pueden experimentar desregulaciones emocionales o pueden no ser tan asertivos como se espera. Sin embargo, tienen la capacidad de reconocer más fácilmente sus errores y cualidades. Esta habilidad es fundamental para su crecimiento y desarrollo emocional.
En resumen, la Crianza Positiva no solo se trata de respetar a los niños, sino también de dotarlos de las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos de la vida. Si estás interesado en aprender cómo aplicar la crianza positiva con tus hijos, no dudes en contactarnos.
Estamos aquí para ofrecer orientación y apoyo en tu viaje hacia una crianza respetuosa y efectiva. Si quieres saber cómo aplicar la crianza positiva con tus hijos, contáctanos.