Arleth Bernal IPS

¿El positivismo tóxico existe?

positivismo tóxico

Cuántas veces has escuchado el típico “sé positivo, mírale el lado bueno a las cosas, no te agobies hay personas que están peor que tú”.  A estas verbalizaciones se les puede llamar Positivismo Tóxico y muy seguramente las has escuchado cada vez que tienes un problema o un motivo de frustración.

¿A qué nos referimos con positivismo tóxico?

Básicamente es una corriente de pensamiento que busca la positividad en todas las situaciones de la vida cotidiana, incluyendo las crisis o situaciones que consideramos como un problema. Este pensamiento se ha reforzado culturalmente, sobre todo en nuestro contexto, y ha ocasionado que nos sintamos culpables de sentir tristeza o de sentirnos desmotivados.

Es importante saber que la Positividad no es nociva en sí, lo que es tóxico es tener un pensamiento positivo cuando estamos pasando por emociones que no requieren que sea así. Con esto nos referimos a que cada emoción tiene su función. Algunas de ellas como la tristeza y sus emociones derivadas, nos hacen sentir desmotivados, bajos de ánimo y con desesperanza hacia el futuro. Pero ¿sentirme mal me puede ayudar en algo?

Es necesario tener estas emociones porque nos conducen hacia momentos de reflexión, aceptación y búsqueda de soluciones ante las situaciones que nos están generando dichas emociones.

Por el contrario, al ser positivos todo el tiempo lo que hacemos es guardar nuestras emociones y no expresarlas de manera correcta. Esto genera que en algún punto de la vida estas emociones salgan de una manera desregulada y no tan adaptativa para el contexto en el que nos encontremos. Es por eso que podemos llegar a sentirnos irritables sin motivo aparente o sentir dolores extraños que no tienen explicación médica.

Todos estos síntomas pueden atribuirse a las emociones que no expresamos, pues al igual que lo dijo Freud en su momento “las emociones inexpresadas nunca mueren, son enterradas vivas y salen más tarde de peores formas”.

Positividad toxica
¿Cómo podemos pasar del Positivismo Tóxico a la expresión saludable de emociones?

El primer paso es reconocer nuestras emociones y cómo se manifiestan en nosotros, darle un nombre a lo que sentimos y diferenciarlo de otras emociones.

El segundo paso es identificar por qué sentimos esa emoción, qué de lo que me está pasando es lo que desemboca en esa emoción.

El tercer paso es la validación de mi emoción, es decir, saber que sentir esa emoción está permitido y es saludable, sin cuestionamientos o comparaciones con otras personas, y permitirnos sentir lo que esa emoción requiera que sintamos.

El cuarto paso es regular mi emoción para que al momento de expresarla no empeore las cosas. Es importante resaltar en este punto que la emoción es completamente válida, lo que no es válido es la expresión agresiva de la misma. Es decir, es válido sentir enojo o rabia, pero no es válido golpear a la persona con quien estoy discutiendo, es por esto que es muy importante la regulación.

El quinto paso es expresar mi emoción con otras personas. En algunas ocasiones es necesario comentar a otras personas cómo nos estamos sintiendo, sea que la emoción abarque alguna situación que involucre a una tercera persona o sea porque al hablar nos sentimos mejor.

Finalmente es conveniente asistir a psicoterapia si sientes que tienes problemas con tus emociones. Un terapeuta te ayudará a manejar mejor este proceso de expresión emocional y conocer de mejor manera lo que sientes.

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Dra. Arleth Bernal
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