Arleth Bernal IPS

4 Salvavidas para Mejorar Tu Salud Física Sin Morir en el Intento

mejorar salud física

Establecer hábitos de vida saludables para mejorar tu salud física puede ser un desafío, especialmente cuando intentas cumplir con estándares y comportamientos que no siempre se ajustan a tu realidad. Estos estándares a menudo se basan en estereotipos e influencias externas que elevan tus expectativas y te hacen aspirar a la perfección.

Sin embargo, estas expectativas irreales pueden llevar a resultados insatisfactorios, estrés y presión. Esto puede hacer que te sientas fracasado antes de siquiera comenzar. Por eso, antes de iniciar un hábito relacionado con tu salud física, es importante considerar los siguientes cuatro componentes. Estos serán tus salvavidas para mantener la perspectiva y alinear tus metas con tus capacidades reales.

Primer Salvavidas: No te mates haciendo ejercicio, ¡muévete!

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Existe la idea de que mejorar tu salud física está directamente relacionada con el ejercicio estructurado, con equipos, lugares u horarios específicos. Sin embargo, no es necesario comenzar con actividades de alto impacto. El ejercicio empieza con cualquier tipo de actividad física. Identificar las actividades físicas que realizas diariamente (como caminar al bus o ir a buscar tu almuerzo) te ayudará a comprender que nunca partes de cero. Ya tienes capacidades adquiridas que puedes potenciar, lo que mejora tu disposición y aumenta la probabilidad de éxito y adherencia a la actividad física.

Además, busca actividades que te gusten. No porque un deporte esté de moda significa que te gustará a ti. Practicar un deporte que disfrutes aumentará la probabilidad de que lo mantengas. Por ejemplo, si disfrutas bailar, considera clases de baile como una forma de ejercicio. Si prefieres estar al aire libre, el senderismo o el ciclismo pueden ser opciones atractivas. La clave es encontrar algo que te motive y te haga sentir bien.

Segundo Salvavidas: Tú decides qué, cuándo y cómo alimentarte

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La alimentación es uno de los temas más discutidos cuando se habla de mejorar tu salud física. Al organizar tu alimentación, es común adoptar nuevas prácticas como dietas o privación de alimentos en horarios específicos. Aquí se cometen dos grandes errores: la falta de supervisión profesional y la tendencia a los extremos. Estos errores pueden llevar a sentir ansiedad, frustración y deterioro de la salud física.

Siempre es aconsejable asesorarte con un profesional en nutrición para identificar tus necesidades específicas. Un nutricionista puede ayudarte a crear un plan de alimentación equilibrado que se ajuste a tus objetivos y estilo de vida. Además, es importante armonizar tu relación con la comida y tu cuerpo. Si notas problemas en esta relación, consulta a un terapeuta.

Recuerda que la alimentación no debe ser una fuente de estrés. Aprende a escuchar a tu cuerpo y a disfrutar de la comida de manera consciente. Comer de manera equilibrada no significa privarte de los alimentos que te gustan, sino encontrar un balance que te permita disfrutar de una variedad de alimentos mientras cuidas tu salud.

Tercer Salvavidas: Enfócate en descansar, no en las horas de sueño

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Aunque la cantidad de horas de sueño es importante, preocuparte por no dormir lo suficiente puede perjudicar el descanso. No te reproches por las horas de sueño antes de dormir. Enfócate en disfrutar el momento de descanso, que es lo más importante.

Crear una rutina de sueño puede ayudarte a mejorar la calidad de tu descanso. Establece horarios regulares para acostarte y levantarte, incluso los fines de semana. Evita el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, ya que la luz azul puede interferir con tu capacidad para conciliar el sueño. En su lugar, opta por actividades relajantes como leer un libro o practicar la meditación.

El ambiente en el que duermes también juega un papel crucial. Asegúrate de que tu habitación sea un lugar tranquilo y cómodo. Mantén una temperatura adecuada y utiliza cortinas opacas si es necesario para bloquear la luz exterior. Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la calidad de tu sueño.

Cuarto Salvavidas: Todo lo que haces es valioso para mejorar

En el afán de cumplir con tus metas, puede que no aprecies el camino recorrido. Reconoce lo que has logrado y valora las habilidades que has adquirido. Recuerda, no hacer nada no existe. Todo lo que haces es valioso, incluso mirar al techo puede darte paz.

Al establecer un nuevo hábito, especialmente aquellos que implican sacrificio, ten presentes tus motivaciones. Evalúa tus progresos y reconoce tus logros, por pequeños que sean. Celebrar tus éxitos, por mínimos que parezcan, te ayudará a mantenerte motivado y a seguir adelante.

Es importante recordar que el progreso no siempre es lineal. Habrá días en los que te sientas más motivado y otros en los que te cueste más trabajo. Lo importante es no rendirse y seguir adelante, adaptando tus objetivos y estrategias según sea necesario.

En conclusión, siempre es un buen momento para evaluar tu salud física y mental y cómo estás trabajando en ella. Plantea objetivos racionales y actúa con un plan de acción para lograr el éxito personal. Si necesitas más herramientas para adecuar estos salvavidas a tu vida, no dudes en buscar apoyo en los procesos psicológicos que ofrecemos.

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