“Si hoy fuera el último día de tu vida, ¿te gustaría hacer lo que estás haciendo?” – Steve Jobs
Con la llegada del nuevo año, muchas personas sienten la necesidad de establecer metas que les ayuden a mejorar su vida. Estas metas pueden ser impulsores motivacionales fundamentales que nos conectan con la vida que deseamos, o, en contraposición, pueden convertirse en una carga abrumadora que nos lleva a la tristeza y a la frustración.
Al plantear nuestros objetivos, es esencial cuestionarnos: “¿De quién es la voz que marca estas metas?”. Para algunos, la respuesta puede ser evidente, mientras que otros pueden enfrentarse al desafío de reconocer que muchas de sus metas no son realmente propias. Tal vez el deseo de perder peso provenga de comentarios hirientes sobre nuestra apariencia o la necesidad de ser más sociables sea una respuesta a experiencias de rechazo.
Existen voces fuertes que parecen tener un peso enorme en nuestras decisiones, como las de influencers o figuras públicas ampliamente reconocidas. Además, hay otras voces más sutiles, como las expectativas de las redes sociales, estereotipos culturales o las tradiciones generacionales, que son menos evidentes, pero igualmente influyentes.
Cuando permitimos que estas voces ajenas resuenen dentro de nosotros, las metas que deberían inspirarnos pueden volverse desalentadoras y agotadoras, ya que no existe una conexión auténtica con esos objetivos. Nos presionamos para satisfacer expectativas ajenas y, en consecuencia, perdemos de vista nuestros reales deseos.
Pasos para encontrar la Voz Interior que guía tus metas
Es crucial, por tanto, que reflexionemos sobre lo que verdaderamente buscamos y comencemos a desafiar las voces que no nos pertenecen. Aquí te presentamos un ejercicio sencillo para ayudarte en este proceso:
Identifica seis metas: Reflexiona sobre tres metas importantes que guían tu vida y tres que te propusiste el año pasado.
Analiza las voces: Pregúntate de quién es la voz que originó cada una de estas metas. ¿Eran realmente tuyas, o fueron impuestas por expectativas externas? Si bien estas voces no buscan hacernos daño, a menudo no proponen metas que reflejen nuestros verdaderos deseos.
Conéctate con tu interior: Escucha tu voz interna y dedica tiempo a descubrir tus verdaderos anhelos y sueños. Reflexiona sobre lo que realmente importa para ti y define tus metas a partir de esa conexión.
Recuerda que cada proceso psicológico es único y personalizado. Al enfocarte en tus propias metas, tendrás la oportunidad de lograr resultados significativos y satisfactorios en tu vida.
Si entre tus propósitos se encuentra “trabajar en mí mismo y cuidar mi salud mental”, no dudes en agendar una cita con nosotros para comenzar a hacer realidad ese objetivo.
Las relaciones interpersonales tienen un impacto significativo en nuestra vida, influyendo tanto en nuestra salud física como mental. Las relaciones de pareja, en particular, pueden ser una fuente de bienestar o malestar, dependiendo de la calidad del vínculo que establezcamos. Mientras que una relación estable, armoniosa y equilibrada puede tener efectos positivos en la salud mental, una relación tóxica y desequilibrada puede ser perjudicial y dañina a largo plazo.
Relación de pareja saludable como factor protector para la salud mental
La interacción humana es una parte esencial de la vida. Estar rodeado de personas con quienes compartimos experiencias, emociones y desafíos puede proporcionarnos una red de apoyo invaluable. Diversos estudios han demostrado que el aislamiento social está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad. Por otro lado, las relaciones sociales positivas, incluidas las relaciones de pareja, pueden actuar como factores protectores frente a problemas de salud mental.
Cuando nos sentimos comprendidos y apoyados por nuestra pareja, experimentamos un sentido de pertenencia y seguridad que reduce nuestros niveles de estrés y nos permite afrontar mejor las adversidades. El sentido de pertenencia que proviene de tener una red de apoyo sólida no solo mejora nuestro bienestar emocional, sino que también puede generar un entorno seguro donde nos sentimos cómodos expresando nuestras preocupaciones y emociones.
Esto crea un ciclo positivo: al sentirse emocionalmente apoyado por su pareja, una persona es capaz de gestionar mejor las emociones negativas y reducir los niveles de estrés.
Sin embargo, es importante destacar que no todas las relaciones tienen este efecto. En una relación donde prevalece la toxicidad—caracterizada por el control, los celos, la manipulación o la falta de comunicación efectiva—, el estrés emocional se incrementa. Este tipo de relación puede llevar a un aumento de la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental. Además, las personas que experimentan relaciones tóxicas pueden desarrollar inseguridades que afectan su autoestima y, en consecuencia, su capacidad para interactuar socialmente de manera positiva.
Las relaciones de pareja disfuncionales o tóxicas, donde hay falta de respeto, comunicación deficiente o conflictos constantes, pueden aumentar los niveles de estrés y provocar problemas emocionales y psicológicos. En estos casos, el daño a la salud mental puede ser considerable.
El cerebro químico y su rol en la relación de pareja y la salud mental
Cuando nos enamoramos, nuestro cerebro desempeña un papel fundamental en la forma en que experimentamos nuestras emociones y sensaciones. El amor provoca una serie de reacciones químicas en el cerebro que afectan no solo nuestra salud emocional, sino también nuestro estado físico. Estas reacciones pueden explicar por qué las personas se sienten eufóricas, nerviosas o incluso “fuera de control” al principio de una relación.
Algunas de las sustancias químicas más relevantes que intervienen en este proceso son:
Dopamina: Este neurotransmisor está asociado con el placer y la recompensa. Cuando estamos enamorados, el cerebro libera dopamina, lo que provoca una sensación de euforia y satisfacción.
Norepinefrina y adrenalina: Estos químicos están relacionados con la respuesta al estrés y la excitación. La norepinefrina estimula la producción de adrenalina, lo que provoca síntomas físicos como aumento del ritmo cardíaco, sudoración y una sensación de energía y alerta.
Oxitocina: Conocida como la “hormona del amor”, la oxitocina se libera durante el contacto físico como abrazos, caricias o besos. También juega un papel importante durante el orgasmo y está vinculada con la creación de vínculos emocionales profundos.
Serotonina y endorfinas: Estas sustancias, conocidas como las hormonas de la felicidad, regulan el estado de ánimo y generan una sensación de bienestar y relajación.
Que nuestro cerebro aprenda a procesar y administrar toda esta información neuroquímica que se genera en nuestras relaciones, es un factor protector frente a enfermedades psicológicas e incluso físicas. Para lograrlo necesitamos identificar nuestras creencias y paradigmas limitantes, así como entrenar algunas habilidades socioemocionales.
Psicoterapia y habilidades socioemocionales para mejorar la relación de pareja y la salud mental
A menudo, la clave para mejorar nuestras relaciones, incluidas las relaciones de pareja, radica en desarrollar habilidades socioemocionales que nos permitan gestionar mejor nuestras emociones y establecer una comunicación efectiva. La psicoterapia puede ser una herramienta valiosa para identificar creencias limitantes y patrones de comportamiento que afectan nuestra capacidad para formar relaciones saludables.
Las emociones son parte integral de la experiencia humana y nos permiten comunicar cómo percibimos y respondemos a nuestro entorno. El impacto de las emociones en la salud cardiovascular es significativo, ya que, aunque son esenciales para la supervivencia, cuando no se gestionan adecuadamente, las emociones intensas pueden tener consecuencias negativas en la salud física, especialmente en el corazón. Este post explora cómo las emociones afectan el corazón y qué podemos hacer para mitigarlas.
¿Cómo afectan las emociones al corazón?
Las emociones juegan un papel crucial en la preparación del cuerpo para responder a diversas situaciones. Por ejemplo, cuando experimentamos miedo o estrés, el cuerpo activa una respuesta de “lucha o huida”, lo cual incrementa la liberación de adrenalina y cortisol, hormonas que elevan la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Esto no solo prepara al cuerpo para enfrentar un peligro inmediato, sino que también conlleva un esfuerzo físico significativo.
En el caso de la ira, una emoción común y a menudo intensa, los cambios fisiológicos son más notorios. La frecuencia cardíaca se acelera, la presión arterial aumenta y los vasos sanguíneos se contraen, lo que limita el flujo de sangre y oxígeno a los órganos vitales. Cuando la ira se experimenta con frecuencia, el cuerpo permanece en un estado elevado de alerta, lo que puede deteriorar la función cardiovascular con el tiempo. Esta emoción ha sido identificada como una de las emociones más dañinas para el sistema cardiovascular debido a su tendencia a desencadenar respuestas físicas extremas y su capacidad para mantenerlas durante largos periodos.
¿Qué tan perjudicial es el Impacto de las emociones en la salud cardiovascular?
El impacto de las emociones en la salud cardiovascular ha sido ampliamente estudiado por la comunidad científica. Diversos estudios han demostrado que las emociones intensas, especialmente cuando no se gestionan adecuadamente, pueden contribuir a un aumento en la rigidez arterial, lo que afecta la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse correctamente. Este efecto, si se mantiene durante un periodo prolongado, puede predisponer al desarrollo de enfermedades cardíacas, como la hipertensión y, en casos extremos, un ataque cardíaco (APA, 2010).
Recientes investigaciones han demostrado que la tristeza, la ansiedad y, sobre todo la ira, están estrechamente relacionadas con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, como ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Según un estudio de la Asociación Americana del Corazón (2024), tanto la ira como el estrés afectan negativamente a las células endoteliales, que son las encargadas de reparar el recubrimiento de los vasos sanguíneos después de experimentar emociones fuertes. Cuando estas células se deterioran, se interfiere con su capacidad de mantener los vasos sanguíneos flexibles y saludables, lo que puede conducir a la arteriosclerosis o al endurecimiento de las arterias.
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El estrés y la ansiedad también juegan un papel importante en la salud cardiovascular. El estrés crónico puede contribuir a la inflamación de los vasos sanguíneos y aumentar los niveles de cortisol, lo que a su vez puede dañar el corazón y otros órganos vitales. Cuando el estrés se presenta junto a la ira, los efectos sobre el corazón se multiplican, aumentando considerablemente el riesgo de padecer problemas cardíacos graves.
Este estudio destaca que las emociones fuertes, cuando se producen repetidamente, pueden ser tan perjudiciales como otros factores de riesgo cardiovascular conocidos, como una dieta alta en grasas o el sedentarismo.
La importancia de la expresión emocional
Es importante aclarar que el objetivo de estos estudios no es invalidar emociones como la ira, la tristeza o la ansiedad. Todas las emociones, incluso las más intensas, cumplen una función necesaria en nuestra vida diaria. La clave está en la regulación emocional y en encontrar formas saludables de expresar y manejar estas emociones para minimizar sus efectos negativos.
El reconocimiento y la regulación de las emociones son habilidades esenciales para mantener un equilibrio emocional y físico. Por ejemplo, identificar las situaciones que desencadenan la ira o el estrés puede ayudarnos a entender nuestras respuestas emocionales y encontrar formas alternativas de afrontarlas. Esto no significa reprimir o ignorar las emociones, sino más bien gestionarlas de manera que no perjudiquen nuestra salud.
La expresión emocional adecuada implica ser consciente de nuestras emociones y darles un espacio para ser procesadas. Esto puede lograrse a través de diversas técnicas como la respiración profunda, la meditación, la actividad física y el diálogo con personas de confianza. Estas prácticas no solo ayudan a calmar la mente, sino que también tienen beneficios directos sobre la salud cardiovascular al reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Conclusión
Las emociones son un componente esencial de la vida humana y nos permiten adaptarnos y sobrevivir. Sin embargo, cuando las emociones intensas no se regulan de manera adecuada, pueden tener un impacto perjudicial en nuestra salud, especialmente en la salud cardiovascular. La ira, el estrés y la ansiedad son emociones comunes que, si se experimentan de forma recurrente y no se manejan correctamente, pueden aumentar significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas.
Es fundamental aprender a identificar y expresar nuestras emociones de manera saludable, reconociendo su valor y al mismo tiempo protegiendo nuestro corazón. La regulación emocional no solo mejora nuestro bienestar mental, sino que también es un paso crucial para mantener una buena salud cardiovascular y prevenir enfermedades en el futuro. En última instancia, se trata de encontrar un equilibrio que nos permita vivir de manera plena y saludable, tanto emocional como físicamente; estamos aquí para ayudarte.
Ninguna persona está exenta de vivir una situación donde se sienta vulnerada, decaída, aislada, desbordada o sin salida. Una situación donde sea necesario acudir a recursos externos para pedir ayuda y salir adelante. Sin embargo, el proceso para pedir ayuda no es tan claro para muchas personas, acá te mostramos cuáles son las líneas salvavidas desde salud mental.
¿Porque buscar ayuda en Salud Mental?
Imagina una mujer que sale corriendo de su casa escapando, despeinada, con un golpe en la cara, su camisa rasgada y un solo zapato, se nota preocupada, corre sin identificar a nadie a su alrededor solo tratando de huir lo más rápido que pueda, dos minutos después del mismo recinto sale tras ella un hombre, camina rápido pero no corre para no alarmar a los demás, entre los dientes dice “detente o ya verás”, él sangra en la cabeza, ella empieza a reducir su paso porque cojea, de un momento para otro se detiene e ingresa a la miscelánea más conocida del barrio donde encuentra a una de sus amigas quien alarmada y con mirada indignada, porque no es la primera vez que la ve así, le dice “¡¿esta vez sí pediremos ayuda?!” .
En una oficina están todos trabajando cuando de repente se escucha un grito, uno de esos gritos escalofriantes que dejan a todos paralizados. Inmediatamente después se escucha a un compañero hablar por teléfono, es un padre que acaba de recibir el reporte de que su hijo desea quitarse la vida, él no sabe qué hacer. Su compañera le dice que puede llamar a la línea 106 para recibir el apoyo en salud mental que requiere.
¡No temas pedir ayuda!, Líneas Salvavidas en Salud Mental
Pedir ayudaestá catalogada como una habilidad social avanzada según la categorización de Goldstein, ya que requiere que se tenga un nivel de conciencia sobre la problemática vivida y con ella el reconocimiento de la falta de capacidad de respuesta ante la misma. Cuando alguien es víctima de violencia o se encuentra en un momento de crisis, hacer este razonamiento, aunque parezca obvio, no es nada sencillo; por eso, pedir ayuda puede salvar vidas.
Reconocer que una situación se ha convertido en problemática requiere además de identificar la falta de capacidad de gestión, tomar la decisión de querer ser ayudado. En este este punto la dificultad aparece, porque a veces a tomar la ya difícil decisión de pedir ayuda, se suma la barrera de no saber dónde hacerlo.
¿Dónde buscar ayuda en Salud Mental?
Si bien las causas que pueden alterar la salud mental son muchas y el método más efectivo para abordarlas es la psicoterapia, hay momentos de crisis repentina o riesgo inminente, donde se requiere pedir y recibir ayuda inmediata.
Para las dos situaciones mencionadas previamente, ser víctima de violencia (física, psicológica, sexual, patrimonial, laboral, escolar, autoinfligida, etc.), el consumo de sustancias, trastornos alimenticios, experimentar ansiedad o depresión, entre otros problemas mentales o en las relaciones interpersonales, han surgido múltiples iniciativas por parte de entidades que responden al llamado de ayuda de la comunidad en general.
Aquí les dejamos algunas líneas que pueden tener presente para pedir ayuda en salud mental en la ciudad de Bogotá:
Otros recursos
En los siguientes enlaces podrás encontrar una gran cantidad de recursos, entidades, servicios sociales, acceso a documentos, cursos y toda clase de apoyos en salud mental en toda Colombia:
La discriminación y el estigma hacia la comunidad LGBTIQ+ han sido históricamente una fuente de angustia y sufrimiento mental para aquellos que la experimentan. En este artículo, exploraremos en detalle cómo la terapia puede ser una herramienta invaluable para aquellos que forman parte de esta comunidad, proporcionando un espacio seguro y de apoyo para abordar una variedad de preocupaciones emocionales y psicológicas.
Entendiendo la Necesidad de la Terapia para la Comunidad LGBTIQ+
La discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género puede tener efectos devastadores en la salud mental y el bienestar emocional de las personas LGBTIQ+. Los prejuicios, la exclusión social y la violencia pueden llevar a sentimientos de ansiedad, depresión, baja autoestima y trauma psicológico.
La falta de apoyo y comprensión por parte de la sociedad frente a la diversidad de orientaciones sexuales dificulta el proceso de aceptación personal y la construcción de una identidad sólida y positiva. Es común encontrar personas de la comunidad LGBTIQ+ con fobia internalizada a su propia condición, producto de los estigmas sociales que han observado y escuchado durante toda su vida.
En este contexto, la terapia se convierte en un recurso indispensable para ayudar a las personas LGBTIQ+ a enfrentar y superar los desafíos mentales y emocionales asociados con la discriminación. Además, la terapia proporciona un espacio seguro y confidencial donde los individuos pueden explorar sus emociones, identificar patrones de pensamiento negativos contra sí mismos o frente a otros y aprender estrategias efectivas para gestionar el estrés y mejorar su bienestar general.
¿Cuándo es Adecuado Buscar Ayuda Terapéutica?
Es importante reconocer que buscar terapia no es una señal de debilidad, sino un acto de autocuidado y empoderamiento. Si te encuentras experimentando dificultades emocionales, conflictos internos o problemas de relación asociados con tu identidad sexual o de género, la terapia es beneficiosa para ti.
Si has sido objeto de discriminación, acoso o violencia debido a tu orientación sexual o identidad de género, es fundamental buscar apoyo terapéutico lo antes posible. La terapia puede ayudarte a procesar y sanar las heridas emocionales causadas por estas experiencias traumáticas, así como a desarrollar estrategias efectivas para enfrentar y resistir estos desafíos en el futuro.
Qué Esperar de tu Experiencia Terapéutica
Al buscar terapia, es importante elegir a un terapeuta que tenga experiencia y capacitación para trabajar con personas LGBTIQ+ y que sea sensible a las cuestiones específicas que enfrenta esta comunidad. Tu terapeuta te debe proporcionar un entorno seguro, no crítico y de apoyo, donde te sientas libre de explorar tus pensamientos, sentimientos y experiencias sin temor al juicio o la discriminación.
Es fundamental que tu terapeuta respete y valide tu identidad de género y orientación sexual, y que esté dispuesto a abordar temas relacionados con la sexualidad, la identidad y la intimidad de manera abierta y sin prejuicios. Además, tu terapeuta debe comprometerse a mantener la confidencialidad de tus sesiones y a respetar tu derecho a la privacidad y la autonomía.
Comunidad LGBTIQ+ y terapia
Durante el proceso terapéutico, puedes esperar recibir apoyo emocional, orientación y herramientas prácticas para abordar tus preocupaciones y alcanzar tus metas personales. Tu terapeuta puede ayudarte a explorar y comprender mejor tu identidad, fortalecer tu autoestima y confianza en ti mismo, y desarrollar habilidades de afrontamiento efectivas para manejar el estrés, la ansiedad y la depresión.
Conclusión: Promoviendo el Bienestar y la Autoaceptación
En resumen, la terapia desempeña un papel fundamental en el logro del bienestar emocional y la autoaceptación de las personas LGBTIQ+.
Si eres parte de la comunidad LGBTIQ+ y estás luchando con problemas emocionales o psicológicos, no dudes en buscar ayuda terapéutica. Recuerda que mereces recibir apoyo y orientación en tu viaje hacia la plenitud en el ejercicio de tu sexualidad, y que no estás solo en esta lucha. Juntos, podemos trabajar para crear un mundo más inclusivo, comprensivo y empático para todos. Contáctanos para iniciar tu proceso!.
Recursos adicionales
Lineamientos de Atención en los Servicios de Salud que Consideran el Enfoque Diferencial, de Género y No Discriminación para Personas. (ebook)
Mi orientación sexual o mi expresión de género me podrían hacer más propenso o propensa a padecer depresión?
La respuesta a esta pregunta es si. Uno de los factores que ayudan a potenciar un trastorno depresivo es el ambiente y el contexto social en el que nos desarrollamos. Es decir, si, la orientación sexual y la depresión pueden ir de la mano.
Actualmente se ha avanzado exponencialmente en los temas de sexualidad y todo lo que está abarca. Sin embargo, la comunidad LGBTIQ+ sigue reconociéndose como una minoría, hasta el punto en que en algunos países del mundo tener una orientación sexual diferente o una expresión diferente a la heteronormada es penalizada.
A esta situación que llega a tener una afectación importante a nivel de salud mental, lo llamamos el Estrés de las Minorías. Con esto nos referimos a que las personas sexualmente diversas tienden a tener factores de riesgo más altos para la afectación de su salud mental.
Estrés de las minorías
Este estrés se produce a raíz de prejuicios (nociones preconcebidas de un grupo social, en su mayoría negativas), estigma (percepción deshumanizada del otro) y discriminación(cualquier conducta que niega a otra persona un trato igualitario y digno) que padecen las personas con sexualidad diversa.
Lo anterior provoca una deshumanización de la persona que es discriminada. Muchas veces potenciada porque los prejuicios, estigma o discriminación provienen también de sus propias redes de apoyo o personas que consideran importantes en sus vidas. Es aquí donde se pueden producir afecciones mentales como la depresión y la ansiedad.
Es así como en la población LGBTIQ+ se ha descubierto una tendencia a tener más pensamientos e intentos suicidas que las personas heterosexuales. Las principales razones a lo que esto se atribuye es a la discriminación de su ambiente, principalmente familiar, baja aceptación de sí mismos, a tener redes de apoyo deficientes o nulas y a no expresar sus emociones de manera adecuada.
Igualmente se evidencia, según estudios, que las personas sexualmente diversas son más propensas a autolesionarse sin intención suicida.
¿Cómo podemos cambiar esto?
Si te identificas con una orientación sexual diversa o una expresión de género diversa es importante que asistas a un profesional calificado en estos temas, con el fin de promover la aceptación propia, combatir los pensamientos depresivos y fortalecer redes de apoyo seguras.
Si eres una persona heteronormativa y tienes amigos o familiares pertenecientes a la comunidad puedes ayudar siendo parte de la red de apoyo para esta persona. Escuchando sin juzgar y ofreciéndole ayuda en lo que necesite para afrontar las situaciones difíciles que se le puedan presentar.
Recordemos que todos los seres humanos somos distintos y nuestras preferencias no nos hacen más o menos merecedores de respeto, comprensión y bienestar. El mes de junio, más exactamente el día 28, se conmemora el día del orgullo LGBTIQ+. Es una conmemoración que reivindica los derechos de la comunidad y celebra los ya obtenidos a través de años y años de lucha social.